La venta de alimentación a través de internet ha crecido en España y ya opta por esta vía el 31 % de los consumidores, casi siete puntos más que hace un año, aunque la inmensa mayoría compatibiliza este sistema con seguir acudiendo a la tienda física.
Así se desprende del estudio anual elaborado por el Observatorio para la Evolución del Comercio Electrónico en Alimentación, elaborado en base a más de 4.000 entrevistas por la Universidad Complutense (www.ucm.es/" target="_blank" rel="noopener">UCM), la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la patronal de supermercados ASEDAS y que analiza también la influencia del confinamiento social por la pandemia en este tipo de venta.
En su cuarta edición, el informe revela que en el último ejercicio el porcentaje de compradores que sólo compran este tipo de productos vía "online" ha crecido del 2,1 al 3,5 % y el de los consumidores "mixtos" -que utilizan tanto internet como el canal físico- ha aumentado del 22,3 al 27,5 %. Por el contrario, aquellos que únicamente compran de forma presencial en el supermercado y no prueban la web han pasado del 77 al 69 %, lo que refleja que una mayor cantidad de clientes ha probado por primera vez el súper "online", al calor de la mayor apuesta de los grupos de distribución por esta vía.
La opción de elegir la web para comprar alimentos ganó relevancia entre marzo y mayo, con un consumidor interesado en reducir sus visitas a la tienda por la COVID-19, lo que provocó dificultades para poder distribuir todos los pedidos en el plazo habitual debido a la mayor demanda.
La radiografía del cliente que más opta por internet refleja una mayor incidencia entre los hombres, con edades comprendidas entre 25 y 55 años y también entre las rentas más altas, aunque al mismo tiempo se da el extremo contrario y los consumidores con ingresos inferiores a 500 euros -fundamentalmente estudiantes jóvenes- muestran más predisposición hacia este canal.
El gasto medio realizado por los clientes que sólo hacen compras "online" es sensiblemente más alto que el realizado por los que acuden exclusivamente al supermercado físico (95 euros de media por cesta frente a 65), aunque hay que tener en cuenta que la frecuencia de compra de los primeros es menor que la de los segundos. Otra diferencia que se observa en el estudio es que en general los consumidores dedican menos tiempo a llenar el carrito virtual (entre 15 y 30 minutos) que en el momento en que acuden al establecimiento (cuando dedican entre 30 y 60 minutos de media).