La reutilización de aguas residuales tratadas para riego agrícola ha recibido recientemente el impulso del Parlamento Europeo, que aprobó una nueva legislación para contrarrestar la escasez en épocas de sequía.
Esta legislación define los requisitos mínimos de calidad para la reutilización de estas aguas y también establece las obligaciones para su producción, distribución y almacenamiento, así como las medidas de gestión de riesgos.
Las aguas regeneradas tras ser tratadas en instalaciones especializadas podrán utilizarse para todo el riego agrícola, sean cultivos alimentarios y no alimentarios, y la Comisión Europea deberá evaluar en un plazo de cinco años si estas aguas también podrán tener otros usos.
Objetivo de la nueva normativa: pasar de los 1.100 millones de m3 de agua reutilizada actualmente a los 6.600 millones de m3 en el 2025 con una inversión de menos de 700 M?