La Comisión Europea (CE) desveló este miércoles su esperada estrategia "De la granja a la mesa", un plan que pretende sentar las bases de la transición hacia una producción y consumo de alimentos más sostenibles, que llega en mal momento para el sector, por el impacto de la crisis del coronavirus.
Junto con ese plan, Bruselas presentó una nueva estrategia sobre Biodiversidad para asegurar el uso sostenible de los recursos y combatir la contaminación.
Sin ser propuestas legislativas, el objetivo de ambas iniciativas es abrir el debate sobre la transformación de la política alimentaria europea y las medidas para frenar la pérdida de biodiversidad, en el marco del Pacto Verde con el que Bruselas quiere lograr una economía neutra en emisiones de CO2 en 2050.
"Ambas son centrales para el plan de recuperación de la UE. Son cruciales para garantizar nuestra salud, bienestar y crear las inversiones necesarias para restablecer la economía lo antes posible", dijo en su presentación el vicepresidente de la CE, Frans Timmermans.
Por su parte, la comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, subrayó que por primera vez la UE se plantea abordar todas las etapas de la producción alimentaria a través de una estrategia que "cambiará la manera de producir, comprar y consumir, en beneficio de la salud de los ciudadanos y al medio ambiente".
Por su parte, el comité de organizaciones agrarias y cooperativas comunitarias (COPA-COGECA) criticó hoy que Bruselas haya planteado objetivos concretos para la reducción de pesticidas y fertilizantes "antes de llevar a cabo estudios de impacto" y cuestionó la manera de alcanzarlos si no hay tiempo o inversiones para desarrollar alternativas.
La estrategia "De la granja a la mesa" plantea que para 2030 el 25 % de la superficie agraria total de la Unión Europea sea ecológica, que el uso de fertilizantes se reduzca "al menos en un 20 %" y el de fitosanitarios en un 50 %.