La mejora del salario mínimo interprofesional (SMI) ha generado tensiones entre los sindicatos y las organizaciones agrarias, ya que estas han advertido de los efectos perjudiciales de la subida para la actividad primaria.
ASAJA, COAG y UPA (entidades estas dos últimas relacionadas históricamente con las centrales sindicales) han hecho hincapié en los riesgos que entraña la medida, aunque según el Gobierno es "asumible" por el sector, incluso en la crisis que atraviesa.
Las organizaciones agrarias no comparten esa opinión y ponen el acento en los problemas que implicará en el campo este nuevo aumento de 900 a 950 euros al mes (aunque es inferior al último, ejecutado en 2019 y que supuso elevar el SMI de 736 a 900 euros).
En la práctica, fuentes del sector precisan a Efeagro que las organizaciones representan a explotaciones profesionales y que, incluso en el caso de las más pequeñas, "necesitan mano de obra", aunque sea de forma puntual y estacional a lo largo de las campañas. Apuntan, asimismo, a la falta de rentabilidad como el principal motivo para cuestionar esta subida del salario mínimo, que repercute en su cuenta de resultados al incrementar los costes.
Un conflicto entre organizaciones y sindicatos, que se ha materializado en comunicados de CC. OO. sobre la COAG: "Resulta paradójico que la que se considera una organización progresista (en alusión a la organización agraria) se posicione públicamente en contra de la subida del SMI hasta los mil euros".
El sindicato también incidía en que "los empresarios agrarios perciben anualmente a través de la Política Agraria Común (PAC) cerca de 6.000 millones de subvenciones públicas" y consideraba que la COAG "se confunde de adversario".
Responsables de la COAG han afirmado que esta subida del SMI incrementará los costes laborales para los agricultores que tienen "una explotación media, con 2 o 3 trabajadores fijos" y que el incremento les expulsa del mercado porque no es posible "trasladar al precio" dicho aumento.
En UGT han insistido en que "cualquier familia que tenga un incremento de sueldo va a emplearlo directamente en el consumo y va a generar riqueza.
Hay que quitarle dramatismo y pensar en los efectos positivos que este acuerdo va a tener sobre las personas y la economía en general"