El sector lácteo consolida una reconversión que pasa por reducir el número de ganaderos (dos abandonan la profesión cada día) y aumentar la producción: una ecuación compleja que potencia una mayor integración pero que, por otro lado, supone destruir empleo en un medio rural necesitado de actividad.
En el último año, 817 ganaderos han dejado de producir leche en España, esto es una media de -2,2 productores/día, en un país que cuenta actualmente con 13.238 productores. La situación es especialmente sangrante en Galicia, la principal región productora, en la que hay 7.355 lecherías operativas tras cerrar 400 en los últimos 12 meses, según el último informe publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Menos ganaderos, pero más producción ya que en el último año se han obtenido 7,13 millones de toneladas de leche, lo que suponen incrementos cercanos al 0,5 %: ligeras subidas que dejan entrever esa tendencia a concentrar en menos manos un mayor número de vacas.
La reconversión hace que algunos opten por cerrar y otros por redimensionar su negocio, realidades diferentes de las que son muy conscientes en la Organización Interprofesional Láctea (Inlac). Su presidenta, Charo Arredondo, indica a Efeagro la preocupación que existe por ese descenso en el número de ganaderos.
Bajo su punto de vista, el hecho de que aumente "algo" la producción "pero sin haber más ganaderos, va en contra de la lucha contra la despoblación" y no cree que una mayor concentración sea la solución a los bajos precios en origen de la leche. Detrás de un cierre suele haber una jubilación no cubierta, una falta de rentabilidad o el escaso atractivo de una actividad bastante sacrificada, según los testimonios recabados por Efeagro.