Los especialistas en el control de la bacteria llamada Xylella fastidiosa han reclamado más fondos para avanzar en la investigación de cultivos resistentes, una mayor colaboración entre países afectados y el mantenimiento de políticas de erradicación de cultivos afectados.
Cerca de un centenar de estos expertos se han dado cita en un encuentro organizada por la Red iberoamericana para el control de esta bacteria (Cyted-IBER-Xyfas) de la mano del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas, centro mixto de la Universidad de València y del CSIC, así como el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) en la Casa de la Ciencia de Valencia.
"Un sentimiento generalizado es que hay que incrementar los recursos para la detección, pero también para la prevención, de esta y otras enfermedades que afectan a los frutales", destacó Juli Peretó, coordinador de la Red iberoamericana para el control de la Xylella fastidiosa, vicedirector del I2SysBio y catedrático en el departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de València en referencia a otras enfermedades que aún no han llegado al continente europeo.
Además, el cónclave ha incidido en que el efecto de la Xylella varía según cada país, dada la diversidad de hospedadores que puede tener y las características de cada zona, por lo que, según los países, esta enfermedad afecta a unos cultivos u otros, y lo hace de maneras totalmente diferentes, lo que dificulta protocolos unitarios.
En la sesión han participado especialistas en la detección de esta plaga procedentes de Brasil, Argentina, Costa Rica, Italia, las Islas Baleares y Valencia. Edson Bertolini, de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, en Brasil, recordó que su país es el principal productor de naranjas del mundo, y que al principio de la plaga provocada por la Xylella se arrancaron millones de árboles de cítrico, lo que ha permitido continuar liderando este sector.
Actualmente, en este país la Xylella afecta a cuatro cultivos: los cítricos, los ciruelos, el olivo y el café. Según el experto, desde su detección en 1978, la producción de ciruela ha descendido un 90 %, mientras que en el caso de los cítricos se han arrancado algunos millones de árboles desde 1987 y "ahora, la situación es mucho mejor que hace diez años, pero siguen arrancándose árboles".
Por su parte, Carlos Alonso Chacón, del Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales de la Universidad de Costa Rica, explicó que a mayor biodiversidad se plantean menos problemas que cuando el ecosistema está ocupado por un monocultivo. La diversidad de plantas y bacterias hace que ninguna de ellas pueda predominar sobre el resto, mientras que, en caso contrario, los patógenos pueden afectar seriamente a todo el ecosistema.
Por parte del IVIA, Ester Marco, responsable del laboratorio de referencia de fitopatógenos español sobre la Xylella, caracterizó la situación en Europa de la afección de la Xylella con focos detectados en Baleares (excepto Formentera), Alicante, el norte de Italia y el norte de Portugal.
Incidió en que el laboratorio analiza las muestras que llegan, sobre todo de almendro, y se constata la gran variedad de la bacteria Xylella, y cómo esta muta. Francisco Beitia, experto también del IVIA, explicó cómo esta bacteria entra en varios insectos (sus vectores) y es como se transmite a otras plantas.
Dada la gran variedad de vectores de Xylella, es imposible erradicarlos todos.