En los últimos meses, Europa ha soportado unos precios de la energía elevados y volátiles. Tras el ataque militar, sin precedentes, perpetrado por Rusia contra Ucrania la preocupación por la seguridad del suministro ha agravado la situación y elevado los precios a niveles muy preocupantes.
La UE importa de Rusia el 40% del gas, el 27% del petróleo y el 46% del carbón que utiliza y la intención es reducir de manera drástica -en dos tercios del total actual- de aquí a antes de 2030 esa fuerte dependencia de los combustibles fósiles de ese país, bien reemplazándolos por otros orígenes alternativos -ahí la disposición de EE.UU. de proveer de hasta un 60% de las necesidades de la UE de gas natural licuado (GNL)-, pero sobre todo mediante la producción propia de más energía renovable para llegar al objetivo "ambicioso" de que un 40% proceda de fuentes no fósiles y menos contaminantes.
Sin embargo, el sector agrario y forestal comunitario de la UE, muy partidario de reducir esa dependencia mediante fuentes alternativas renovables, considera que la CE en su comunicación se centra casi exclusivamente en la producción de biogás y de biometano, olvidándose de otras formas de bioenergía, como los biocombustibles y la bioenergía sólida, así como en la energía eólica y solar para la producción de electricidad.
Para estos sectores, "aplicar un planteamiento uniforme al "mix" energético de la UE constituiría un error estratégico, dado que hoy por hoy los combustibles elaborados a partir de biomasa dan solución a muchos sectores que serían difíciles de electrificar".
En su Comunicación, la CE pretende duplicar el objetivo de producción de biometano para alcanzar los 35.000 millones de metros cúbicos (bcm) para 2030, frente a los solo 3.000 millones que produce en la actualidad y los 17.000 millones que era el objetivo inicial para ese año, mediante el uso de fuentes de biomasa sostenibles, como los desechos y los residuos agrícolas. Además, la digestión anaeróbica permite también producir más fertilizantes orgánicos a partir de los digestatos para la práctica agrícola, de acuerdo con las previsiones del Pacto Verde Europeo.
Con el fin de acercarse a ese objetivo tan ambicioso, la CE ha decidido acortar los procedimientos de concesión de permisos administrativos para la presentación y realización de nuevos proyectos de energías renovables, que incluye también la energía solar, eólica, y otras, e introduciendo mejoras de la infraestructura de la red, lo que contribuirá también a su impulso.