Las redes de pesca abandonadas en el mar representan el 10 % del total de residuos plásticos que hay en los fondos marinos, según el último informe publicado por Greenpeace, en el que se detalla que cada año se dejan 640.000 toneladas de redes en el agua.
Greenpeace ha informado hoy en un comunicado de que estos datos se recogen en el informe Redes fantasmas: el abandono de redes de pesca amenaza nuestros océanos, en el que se indica que el 6 % de todas las redes utilizadas, el 9 % de todas las trampas de pesca pasiva (nasas) y el 29 % de todos los palangres (líneas de pesca de varios kilómetros de largo) permanecen en el mar.
La ONG ha reclamado que se desarrollen medidas de gestión "más estrictas" contra estas redes fantasma "mortales", incluyendo el acuerdo de un Tratado Global de los Océanos que podría proteger, al menos, el 30 % de las masas de agua para el 2030 y que prohibiera las actividades humanas "más peligrosas, incluida la pesca industrial". Según Greenpeace, los desechos de pesca "no solo siguen matando" la vida marina, sino que también dañan "gravemente" a los hábitats submarinos.
La ONG pone asimismo el foco en la sobrepesca, que estuvo al "borde" de provocar la extinción de la langosta de Tristán en el monte Vema, pero ahora muestra "signos de recuperación" gracias a la prohibición de la pesca de fondo en esa área.
Esto refleja cómo los océanos tienen una "sorprendente capacidad" de regeneración, han señalado desde la organización ambiental, que estima que las protecciones actuales para los ecosistemas en aguas internacionales "claramente no son suficientes".