El Gobierno ha aprobado este martes en consejo de ministros a través de un Decreto-Ley un paquete normativo dirigido a aliviar la crisis del campo, medidas con las que los responsables públicos confían en eliminar "la venta a pérdidas en toda la cadena".
Así lo ha defendido hoy en la rueda de prensa posterior al consejo el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, quien ha destacado la importancia de un Decreto-Ley que surge tras las protestas protagonizadas por agricultores y ganaderos durante las últimas semanas y con el que el Ejecutivo pretende dotar de mayor peso en la negociación a la parte más débil de la cadena.
Planas ha recordado que existen "desequilibrios" entre los agricultores y el resto de los eslabones de la cadena -industria, supermercados y consumidores- y viven una situación "más desfavorable", debido en parte a la "atomización" del sector primario".
El ministro ha citado ejemplos concretos, como la venta del litro de leche por debajo de los 60 céntimos -"imaginen las dificultades que tiene un ganadero para ser rentable con esa cifra"- o las promociones de algunos supermercados que entregan un litro de aceite de oliva virgen extra a cambio de comprar dos cajas de detergente, una práctica "que devalúa el producto y que no puede ser admitida".
Para atajar esta crisis en el campo, el Gobierno ha modificado la Ley de la Cadena Alimentaria para obligar a incluir en los contratos que firman los agricultores con los fabricantes y supermercados el coste de producción original, de forma que el precio nunca pueda ser inferior a ese importe.