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El modelo agrario de Lleida, protagonista de un estudio mundial

31/07/2021

Desde hace pocas semanas, y durante todo el verano, varios equipos científicos de centros de investigación, universidades y agencias meteorológicas y espaciales de todo el mundo están en la zona del Pla de Urgell (Lleida) para evaluar los efectos que una agricultura en un clima semi-árido tiene sobre las diferentes variables meteorológicas, y cómo se pueden mejorar los modelos de predicciones meteorológicas y climáticas en estas regiones. Además, se están evaluando diferentes tecnologías de observación de la tierra capaces de cuantificar el consumo de agua de los cultivos y humedad superficial del suelo. Esta misión liderada por el Centro Nacional de Investigación Meteorológica (CNRM) y en la que también participan, entre otras instituciones catalanas, el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y el Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC), se enmarca en el proyecto LIAISE (Land surface Interactions with the Atmosphere over the Iberian Semi-árido Environment), que se ha presentado hoy en un acto en Mollerussa y Linyola.


En las regiones semiáridas de la cuenca mediterránea, como es el Pla d"Urgell, el agua se evapora más que en otras regiones, debido al regadío y la heterogeneidad en la tipología de cultivos. Esto puede interferir en la atmósfera, y alterar la formación de nubes bajas y desajustar las lluvias. «Hoy en día los modelos de predicción meteorológica no son del todo precisos en estas zonas semiáridas y, por tanto, hay que estudiar con más detalle cómo interactúan los diferentes usos del suelo con la atmósfera y evaluar qué efecto tienen sobre los procesos que generan nubes y las tormentas de verano», comenta Josep Ramón Miró, técnico del Área de Investigación Aplicada y Modelización del Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC). Sin embargo, tampoco hay suficientes datos que indiquen cómo se debe gestionar el regadío en estas regiones en un futuro marcado por el cambio climático, donde habrá una mayor demanda de agua por parte de los cultivos, pero al mismo tiempo menos disponibilidad de agua dulce para la agricultura. «Necesitamos aprender a gestionar el agua y disponer de herramientas tecnológicas que nos permitan saber de una manera más precisa cuánta podremos utilizar en un futuro que será cada vez más seco. Del mismo modo, también debemos evaluar el efecto que tienen los embalses y los flujos de agua de los ríos sobre el clima local y cuáles serán estos en un escenario de cambio climático», advierte Joaquim Bellvert, investigador del programa Uso eficiente del agua en agricultura del IRTA.


La experiencia del IRTA en el riego y la implicación de la gente del territorio, los científicos de la misión internacional han escogido el modelo agrario de Lleida para hacer estos estudios. «El Pla d"Urgell es una zona de clima semiárido con muchos tipos diferentes de cultivos y una gran diversidad de sistemas de riego; es el escenario ideal para mejorar estos modelos de predicción climática y de irrigación que nos faltan y extrapolarlos a escala global», explica Joan Girona, delegado institucional del IRTA en Lleida y Pirineos. El director del SMC, Eliseu Vilaclara, ha destacado que «Cataluña es un lugar ideal para hacer compañeras de investigación internacionales de este tipo por la densidad y la calidad de las redes de observación y teledetección del SMC, poniendo en valor las campañas experimentales como las que ya realizaba el Servicio Meteorológico de Cataluña a principios del siglo XX -que este año celebra su centenario. El SMC espera obtener de este proyecto una mejora del funcionamiento de su modelo operativo de mesoescala WRF, que consista en una mejor caracterización de la evapotranspiración y la precipitación en áreas de transición entre secano y regadío».


Además del IRTA y del SMC, y la participación de empresas, entidades del territorio y particulares (SAF-sampling, cooperativa Ivars, Boldú viticultores, Ayuntamiento de Preixana, Josep Mª Berenguer, Josep Mª Tribó y Jaume Duart), los grupos de investigación implicados en este proyecto pertenecen a los organismos e instituciones: la NASA; SAFIRE; la Agencia Espacial Europea (ESA); MetOffice y King"s College (Reino Unido); Météo-France, CNRM, CNRS y CESBIO (Francia); las universidades de Wageningen, Utrecht y Delft (Holanda); el Jülich Research Center y la Universidad de Hohenheim (Alemania); la Universidad de las Islas Baleares (UIB); la Universidad de Barcelona (UB); la Universidad de Toulouse y la Universidad Politécnica de Paris (Francia); CzechGlobe (República Checa), los Bomberos de la Generalitat de Cataluña y el Observatorio del Ebro.