La transformación hacia una industria cada más verde es una prioridad para la Unión Europea desde que la Comisión Europea pusiera en marcha el Pacto Verde Europeo. Para allanar el camino hacia la sostenibilidad, la biotecnología industrial se presenta como una de las grandes fortalezas. En España, ya son al menos 163 las empresas "biotech" especializadas en el área industrial, que luchan para combatir el cambio climático, según datos recogidos por AseBio, la Asociación Española de Bioempresas.
Las empresas especializadas en la biotecnología industrial fabrican más de la mitad de las enzimas del mundo utilizadas en la fabricación de una amplia gama de productos en sectores industriales que incluyen productos químicos, farmacéuticos, alimentos y piensos, detergentes, papel y pulpa, textiles, energía, materiales y polímeros.
Impulsar la transición hacia una sociedad justa y próspera, con una economía moderna, eficiente en recursos y competitiva en Europa, es el principal objetivo del "Green Deal". Tan clave es el papel de la biotecnología en esta transformación industrial, que, para velar por el cumplimiento de este pacto por el clima, AseBio ha sido designada como coordinadora nacional.
A este importante reto, también se ha sumado recientemente España con su plan "España 2050", cuyo eje principal es lograr una economía circular y neutra en carbono, además de desarrollar nuevas tecnologías para dejar de depender del petróleo y de otros tipos de fuentes energéticas como el gas natural.
"La recuperación económica va a ser verde o no será. La biotecnología, presente en 11 de los 17 ODS, es clave para impulsar un crecimiento sostenible e intensivo en conocimiento y contribuir a la transición verde mitigando el cambio climático, la conservación de los recursos naturales, facilitando la agricultura segura y el abastecimiento de alimentos seguros y saludables", asegura Ana Polanco, presidenta de AseBio.
La biotecnología industrial garantiza el desarrollo sostenible de todas las empresas y sus muchos beneficios hablan por sí solos. Reducir hasta un 65% las emisiones de gases de efecto invernadero con productos de base biológica, desarrollar nuevas soluciones para el tratamiento de aguas residuales, reducir la emisión de hasta 2.500 millones de toneladas de CO2 al año para 2030 y e impulsar el transporte verde con biocombustibles que sustituyen los materiales fósiles.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo la biotecnología, además de preservar el ambiente mediante el uso de maquinaria industrial verde, permite ahorrar el consumo de recursos como agua y electricidad y hacer un uso más eficiente, reduciendo las emisiones de CO2, produciendo alimentos saludables y nutritivos y mejorando la seguridad energética.