La cadena de producción, transformación y comercialización del sector lácteo (vacuno, ovino y caprino) es una de las columnas más valiosas del panorama agroalimentario español.
Esta industria tan valiosa desde el punto de vista económico y social, factura en torno a 13.000 millones de euros al año, y genera más de 60.000 empleos directos. Las industrias lácteas suponen más de 9.500 millones de euros al año de volumen de negocio, es decir un 2% de la producción industrial de todo el país, empleando a más de 30.000 personas, un 8,5% del empleo del conjunto del sector agroalimentario.
En 2019, 21.700 ganaderos, realizaron entregas de leche, de los que 13.200 lo hicieron de leche de vaca, un 61%; de leche de cabra fueron unos 5.000 (23%) y 3.500 lo hicieron de leche de oveja lo que supone el 16%.
Sobre el nivel de aceptación por parte del consumidor español a la hora de comprar leche nacional, los españoles han vuelto a tomar conciencia de la importancia de los lácteos en los últimos años. Cuando el virus comenzó a asolar el continente, la Comisión Europea encuadró la leche y los productos lácteos entre los productos perecederos definidos como "esenciales" cuyo abastecimiento debía priorizarse durante la crisis sanitaria. Esto colaboró a que el consumo de lácteos por parte de los hogares españoles se incrementase entre principios de abril y mediados de mayo, en lo más duro de la crisis, un 20,3% respecto a las mismas semanas del año anterior. El incremento de consumo de lácteos no se limita a la crisis sanitaria, la cual sólo ha reforzado la tendencia positiva que el consumo en el hogar venía experimentando desde 2019, de en torno al 1,5%.
En términos cuantitativos, toda la cadena de producción y transformación láctea genera en España más de 11.820 millones de euros al año sin incluir la aportación económica derivada de la actividad de distribución y comercio; esto supone el 2,4% de toda la producción industrial del país (superando ampliamente otros sectores como el de la minería o el aeronáutico), nos señalan en FENIL.
Estos datos, y la exitosa incorporación de las industrias lácteas a los mercados internacionales, han convertido a los lácteos en una Marca País. Asimismo, las industrias lácteas son un sector estratégico para la supervivencia del mundo rural, porque contribuyen a fijar la población mediante el empleo de calidad. Además, los centros de producción vertebran toda la España "vaciada", en provincias que sufren altas tasas de despoblación y donde las industrias lácteas suponen una de las pocas fuentes de empleo estable, técnico y de calidad. El sector industrial lácteo da empleo directo a más de 30.000 personas y fomenta e incrementa la actividad económica de otros sectores.