Emociones agrarias

Javier Garat Secretario general de la Confederación Española de Pesca

01/06/2019

Agradezco la oportunidad que me brindan estas páginas para exponer algunas pinceladas de un sector, el pesquero, puntero en numerosas facetas y que refleja fielmente la modernización y la profesionalización que, afortunadamente, han guiado a muchos sectores económicos de nuestro país. Espero que exista oportunidad para ahondar en muchas otras.


El sector pesquero español está compuesto por 8.972 buques, aglutina a 157.000 trabajadores, de los que 31.473 son tripulantes, y genera unos ingresos, en primera venta, de más de 2.147 millones de euros a la economía nacional, con un valor añadido bruto de alrededor de 9.000 millones de euros.


Al margen de las grandes cifras económicas, el sector pesquero suministra a los españoles 10 millones de raciones de pescado saludable al día. No voy a extenderme sobre qué significado tiene este hecho, desde el punto de vista médico, por la alta calidad de las proteínas que proporciona el pescado a nuestra alimentación. Tampoco voy a ahondar en el significado que, para la marca España, tiene el hecho de que nuestros más prestigiosos chefs exporten a las cocinas y a la alta restauración de todo el mundo platos elaborados con productos provenientes de nuestro sector.


Respecto a las coordenadas en las que desarrollamos nuestra actividad, las resumiría en dos fundamentales: el respeto de la legislación que la regula y una contribución permanente a la sostenibilidad de las especies y de los espacios en los que actuamos. Respecto al primero de ellos, somos uno de los sectores más regulados del mundo.


Dependiendo del tipo de pesca (bajura, altura y gran altura), estamos sometidos a distintas legislaciones españolas, europeas o internacionales o a las que definen las denominadas organizaciones regionales de pesca, encargadas de gestionar diferentes pesquerías en distintas partes del planeta. Esta realidad nos convierte en uno de los sectores más internacionales de la economía española y nos ha obligado a desarrollar, en muy pocos años, una enorme capacidad negociadora en foros, tanto nacionales como internacionales, y en organismos como el Parlamento Europeo, la ONU, la FAO, la OMS o la OIT.


Respecto al segundo de ellos, la sostenibilidad, nuestro sector pesquero es puntero en el desarrollo y la aplicación de tecnología para asegurar la eficiencia de nuestra actividad, y sus ideas y proyectos sirven incluso de referencia para la definición de regulaciones internacionales sobre esta materia.


Sin duda, se trata de un sector atractivo y sobre el que invito a ahondar. Por mi parte, y si existe ese interés, estaré encantado de exponer, a través de estas páginas, otros aspectos igual de interesantes sobre él.