Los hogares españoles desperdiciaron durante el año 2022 un total de 1.170,45 millones de kilos o litros, lo que supone un 6,1 % menos que el año anterior, y un 13,5 % menos respecto del año 2019, antes de la pandemia. Cada hogar español desperdició, de media, aproximadamente 65,5 kilos-litros de alimentos y/o bebidas durante el año 2022 (casi 5 kg-l menos que el año anterior).
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) si se aprovechase la comida que acaba siendo desperdicio alimentario, se podría alimentar a más de dos mil millones de personas y podría solventar la subalimentación a nivel mundial. Además, se calcula que la producción de estos alimentos supone el 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero, consume un 30% de la tierra destinada a cultivo y un 20% del agua dulce, siendo así necesario que se aborde el desperdicio alimentario a través de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de las Naciones Unidas.
Entre las empresas existe un alto compromiso y concienciación con la reducción del desperdicio alimentario, presentando iniciativas innovadoras e inversiones relevantes para minimizar este problema.
Y el sector cárnico juega un papel fundamental a la hora de reducir el desperdicio alimentario, un problema que afecta a toda la cadena de valor.
Según datos del informe Food Waste Report 2021, elaborado por Naciones Unidas, los alimentos que más se desperdician son: frutas, verduras y hortalizas, con 45%; pescados y produtos del mar 35%; cereales el 30%; carnes y lácteos, el 20% cada uno.
Es sintomático, que aquellos productos relacionados con momentos de ocio, como los aperitivos, son los que menos se desperdician.