Apoyar a productores en el pastoreo rotacional, en este caso del sector caprino, y aportar herramientas de medición de la biodiversidad generadas en el Observatorio de Biodiversidad Agraria (OBA) adaptadas al sector. Fundación Global Nature realizará esta labor gracias al proyecto "Pastoreo ibérico por la Biodiversidad", una de las siete líneas de trabajo beneficiarias del fondo lanzado por el grupo Kering y Conservation International para restaurar los sistemas tradicionales de pastoreo y regenerar el medio ambiente. Abarcará 17.000 hectáreas en la península ibérica y está centrado en las regiones de Extremadura, Castilla - La Mancha y Comunidad Valenciana, en las que es esencial la restauración y conservación de zonas de gran valor para la biodiversidad, incluidos los humedales.
Los fondos se pondrán directamente a disposición de los pastores a través de un programa de micro-donaciones. Esta inversión es parte de la estrategia de biodiversidad de la empresa de marcas de lujo como Gucci, Yves Saint Laurent o Balenciaga para apoyar proyectos innovadores que ayuden a impulsar la transición de un millón de hectáreas de tierra a prácticas regenerativas en las cadenas de suministro de algodón, lana, cachemira y cuero del sector del lujo y la moda.
Los sistemas tradicionales de pastoreo en la Península Ibérica están dotados de valores naturales, y este proyecto pretende apoyar a los pastores de cabras para que mantengan y mejoren sus prácticas ganaderas extensivas con el fin de que sigan prestando sus servicios ecológicos en regiones clave y hábitats amenazados donde estas actividades están disminuyendo rápidamente.
La ganadería caprina en España se ha enfrentado a importantes cambios en las últimas dos décadas. Históricamente, las producciones caprinas se han concentrado en el sur y el centro del país con diferentes especializaciones. La evolución de los hábitos de consumo ha provocado fuertes diferencias en el desarrollo global de estas distintas regiones.
La evolución de las estadísticas de las explotaciones a lo largo de 10 años, entre 2005 y 2015 indica que el número de explotaciones caprinas en España ha disminuido aproximadamente un 30%. Cerca del 80% de los ganaderos que han cesado su actividad en ese periodo tenían explotaciones de pequeña escala (menos de 100 cabras). Esto coincide con la lenta extinción de los modelos de explotaciones caprinas extensivas en favor de otras más intensivas.