La UPM ha informado en un comunicado de que la investigación ha constatado la reducción del óxido nitroso (N20) liberado a la atmósfera en hasta un 20 %; se trata, además, de un gas con un poder de calentamiento global "mucho mayor" que el dióxido de carbono.
Según la investigadora de la UPM Mónica Montoya, ya que el N2O procede de la fertilización aplicada a los cultivos, las estrategias de mitigación más efectivas se basan en un manejo eficiente a base de dosis adecuadas, localización o fraccionamiento.
Otras estrategias, ha señalado, son el manejo del agua o la agricultura de conservación, mediante acciones como la rotación de cultivos. Sin embargo, la interacción del nitrógeno con otros macronutrientes ?y especialmente con micronutrientes como el zinc? apenas se había estudiado hasta ahora.
El estudio explora esa relación partiendo de la idea de que las sinergias entre el nitrógeno y otros nutrientes no solo pueden mejorar el estado de crecimiento y desarrollo del cultivo, sino que también pueden contribuir a una mejor captación, con lo que se reducirían las emisiones.
Los resultados confirmaron las hipótesis iniciales, ya que algunos de los tratamientos aplicados tuvieron un efecto significativo en la disminución de las emisiones de N2O.