I+D+i

Diagnóstico de cultivos en tiempo real basado en tecnologías fotónicas e inteligencia artificial

10/07/2021

www.ainia.es/" target="_blank" rel="noopener">AINIA ha desarrollado un sistema de teledetección compacto para controlar enfermedades de cultivos en explotaciones agrícolas. Esta tecnología permite, en tiempo real, detectar, evaluar y diagnosticar enfermedades, plagas y daños en los árboles, para una mejor gestión de los cultivos.


Los resultados del www.ainia.es/proyectos-publicos/ivace-feder-ceres-diagnostico-cultivos-vision-hiperespectral-tiempo-real/" target="_blank" rel="noopener">proyecto CERES, impulsado por www.ivace.es/index.php/es/" target="_blank" rel="noopener">IVACE, a través de fondos FEDER, se han presentado hoy en una jornada demostrativa a la que han asistido el vicepresidente de AVA-ASAJA, Bernardo Ferrer y la directora general de AINIA, Cristina del Campo.


Este dispositivo, diseñado y desarrollado por AINIA, está compuesto por tecnologías fotónicas e inteligencia artificial que permiten la caracterización de los cultivos mediante la combinación de robótica móvil (drones y AGV), fotónica (cámaras hiperespectrales, termografía y LIDAR) y software de análisis basado en Inteligencia Artificial.


Según ha explicado el técnico del departamento de Tecnologías de automatización de procesos y sensores Espectrales de AINIA, Edgar Llop, "las tecnologías hiperespectrales captan información química de los cultivos que nos permiten hacer diagnósticos sobre la salud de las plantas y sus necesidades de nutrientes o la detección de plagas y enfermedades; y con la tecnología LIDAR (tecnología láser) obtenemos imágenes 3D para segmentar los árboles y calcular su distribución volumétrica para, por ejemplo, la correcta aplicación de fitosanitarios. La información obtenida se procesa a través de algoritmos de inteligencia artificial para extraer conclusiones que nos ayudan a tomar las decisiones más acertadas para la gestión de los cultivos"


Así, el uso de este dispositivo ha añadido Edgar Llop, "permite adaptar los tratamientos fitosanitarios, según la morfología de cada uno de los árboles; lo que puede suponer un ahorro de entre un 10 y un 60% fitosanitarios, muchas menos horas de trabajo por parte del agricultor, así como una reducción del combustible para máquinas agrícolas por cada hectárea de cultivo".