El pasado 20 de julio, la OIVE presentó la Estrategia del Sector Vitivinícola Español 2022-2027.¿Cómo se gestó la misma y cuáles son los objetivos últimos de esta estrategia? ¿Cuál va a ser el papel de la OIVE en su desarrollo?
En la Interprofesional del Vino de España, con la experiencia adquirida en estos años de funcionamiento, planteamos el plan estratégico del sector vitivinícola español como hoja de ruta para centrarnos principalmente en valorizar nuestros productos y que ese valor se reparta por toda la cadena.
Esta estrategia es el resultado de meses de trabajo conjunto no solo en el seno de la Interprofesional del Vino de España con sus miembros, sino también en el conjunto del sector con los diferentes agentes que lo componen, tanto de nuestro país como internacionales.
A partir de aquí, el siguiente paso adquiere una especial relevancia, ya que consiste en que dicho plan sea interiorizado y aplicado por el sector. En esa tarea, el papel de la OIVE será de aglutinador e impulsor de iniciativas y tendrá que utilizar todas sus herramientas y mecanismos para que el sector conozca y participe en esta estrategia desde este mismo instante y
durante los próximos cinco años.
Además, queremos que este plan esté en continua revisión, ya que, en un entorno tan cambiante como el que vivimos actualmente, la estrategia a seguir debe estar "viva" para adelantarse a nuevos escenarios.
Las ventas de vino en el mercado interior se incrementaron un 14 % en volumen en el 2021, según los datos del último estudio realizado por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) y la consultora Wine Intelligence, crecimiento que también se produce en valor. No obstante, el 2022 nos ha traído, más allá de la pandemia, la guerra en Ucrania, un incremento de costes, una inflación desbocada, etc. ¿Cree que el mercado nacional podrá continuar con esta senda alcista a la vista de este panorama?
El 2021 fue el año de la recuperación tras el parón forzoso motivado por la pandemia y durante ese año se logró un crecimiento del 14 % con respecto al 2020, un ritmo interanual de consumo de vino que se ha suavizado durante el 2022.
Esta ralentización ha coincidido efectivamente con el inicio de un período de gran incertidumbre comercial, derivada de factores como el encarecimiento de la energía y el combustible, la guerra en Ucrania o la crisis del transporte y los suministros, que han desembocado en una fuerte inflación global.
Por lo tanto, a tenor de los indicadores que manejan los expertos, parece que la recuperación en el 2022 será más lenta de lo que se podía prever. En todo caso, nosotros debemos seguir trabajando para que el vino, consumido con moderación, siga muy presente en los momentos cotidianos y de ocio de los españoles y, para ello, mantendremos nuestras campañas de publicidad tanto en el entorno nacional como en el internacional.
En este último aspecto, es importante destacar los programas de promoción dirigidos a turistas que estamos desarrollando con ViniPortugal, las campañas de publicidad en China o el proyecto de formación sobre vinos de España que llevamos a cabo junto con el ICEX. Recordemos que somos el mayor exportador del mundo en volumen y el tercero en valor, por lo que posicionar nuestros vinos a escala internacional en ambos parámetros es de vital importancia.
¿Cómo estamos actualmente en cuanto al consumo nacional de vino? ¿Está funcionando la última campaña de promoción que han lanzado, Tómate las cosas con vino?
Recuperar el consumo de vino en nuestro país ha sido desde nuestros inicios uno de nuestros objetivos principales. Tras el parón del 2020 estamos recuperando los datos prepandemia, aunque no con el ritmo que parecía en el 2021, principalmente por la inestabilidad mundial que estamos viviendo.
Siendo conscientes de estos cambios, la estrategia del comité de marketing de la OIVE ha ido adaptándose a las nuevas situaciones que hemos vivido en estos dos años. Por ejemplo, creando una campaña de apoyo a la hostelería en los momentos más duros de la pandemia; apelando al optimismo con nuestro lema #SiempreMedioLlena, y, en estos momentos, con la campaña Tómate las cosas con vino, que es una invitación a disfrutar y celebrar con vino no solo las grandes ocasiones, sino también los momentos cotidianos.
Además, en esta ocasión la campaña de publicidad en las principales cadenas de televisión y medios digitales ha ido acompañada de la apertura de un espacio temporal en Madrid, Espacio Vino, donde ofrecimos diferentes experiencias en torno al vino y que aspira a ser itinerante y salir a más puntos de la geografía española. Esto ha permitido que nuestro objetivo de hacer que el vino sea más cercano y presente tenga mayor cobertura. Ante este éxito, la campaña de publicidad y el espacio volverán a activarse en el último trimestre del año.
¿Qué nos puede comentar sobre las ventas al exterior de nuestros vinos y mostos? ¿Seguimos por el buen camino? ¿Qué mercados son o siguen siendo los más interesantes?
A pesar de vivir un período de gran incertidumbre, el comercio mundial de vino sigue creciendo. Según el último informe de exportaciones publicado por el OeMv dentro del acuerdo con la OIVE, las exportaciones de vinos españoles registraron hasta el pasado mes de junio su mejor semestre en valor en la serie histórica, tras facturar 1.435 M€, un 4 % más que en el 2021, pese a que cayeron un 11 % en volumen, hasta los 1.021,7 millones de litros.
En cuanto a nuestras ventas en los principales mercados mundiales, destacan especialmente los resultados en EE. UU., Alemania y el Reino Unido, donde registramos facturaciones por valor de 355,5 M€, 348,8 M€ y 320 M€, respectivamente. Y, por supuesto, no hay que olvidar la importancia que para nosotros tiene Francia, donde vendemos 207,1 M€,
principalmente por vinos a granel.
En cualquier caso, seguimos manteniendo aún cuotas relativamente bajas y bien por debajo de nuestra posición media en el comercio mundial en los casos de EE. UU., el Reino Unido, Canadá, China, Japón, Bélgica o Dinamarca. Por ello, será importante incidir en estos mercados en los próximos años.
A tenor de estos datos, es importante destacar que el mercado internacional está en un crecimiento continuo que debemos aprovechar. Nuestro país debe ampliar su cuota de mercado y valor, de ahí la importancia de contar con un plan estratégico que nos guíe para llegar a ese objetivo.
AgroBank acompaña desde hace años a la OIVE en su marcha. ¿Cómo valora la aportación al sector vitivinícola de la entidad financiera y en qué líneas quieren seguir colaborando para ayudar a su crecimiento?
Mi valoración es muy positiva porque gracias a esta colaboración ambas organizaciones hemos trabajado conjuntamente impulsando actuaciones que han ayudado a los operadores y a mejorar la competitividad del sector vitivinícola español.
Así, hemos puesto en marcha acciones y actividades conjuntas dirigidas al colectivo profesional vitivinícola, como la publicación de información sobre la coyuntura del mercado de manera periódica y de estudios sobre el papel del sector a escala nacional y en las diferentes comunidades autónomas; la organización de jornadas sectoriales, y, en los últimos dos años como consecuencia de la pandemia, el desarrollo de un amplio programa de formación on-line dirigido a los operadores del sector de temas técnicos.
Esperamos seguir contando con este apoyo porque nos esperan años complicados para los cuales, más que nunca, es necesaria la unión de los diferentes agentes del sector, entre los que, por supuesto, se encuentra AgroBank con una amplia presencia en todo el territorio a través de su red de oficinas.
Sostenibilidad medioambiental, social y... económica. ¿Cómo se casan estos tres objetivos en el mundo del vino?
Hablamos de triple sostenibilidad porque sin una parteno pueden existir las otras. Desde el plano social, con el conocimiento de que creamos empleo, riqueza y oportunidades de futuro
en cientos de pequeños pueblos, evitando que desaparezcan y ofreciendo futuro a las nuevas generaciones. En el lado económico, siendo conscientes del papel del sector, que genera un 2,2 % del PIB nacional y casi medio millón de puestos de trabajo. Finalmente, sostenibles en lo medioambiental, porque la gente del vino cuidamos el entorno, que es lo que nos da de comer y lo que queremos que dé de comer a nuestros hijos. Por ello, apostamos por la I+D+i para implementar inmediatamente cualquier posible mejora en la gestión eficiente de recursos como el agua o la energía.
Agentes del sector, instituciones y las propias organizaciones que conforman la Interprofesional del Vino de España debemos trabajar para que esos tres objetivos sean uno solo: la sostenibilidad del sector.
En cuanto a la sostenibilidad económica, recientemente han presentado el estudio de costes de producción de uva de vinificación. ¿Cuáles son, a su juicio, las principales conclusiones que ha reportado este estudio?
El estudio de costes de producción de uva de vinificación, junto al desarrollo de la aplicación Gesvid, busca ser una herramienta de ayuda para que cada viticultor analice individualmente los elementos de su producción y detecte aquellos en los que puede introducir mejoras para ser más competitivo.
Es importante destacar que los datos contenidos en el estudio no se pueden interpretar de ninguna manera como referencias de costes medios. Esto es así porque, como se puede ver en el propio informe, existe una amplia heterogeneidad de calidades y modelos de producción en el mundo del vino que se refleja en la diversidad de las producciones de uva. El precio de compraventa de la uva se debe fijar en un contrato tras la negociación de las partes y considerando los costes efectivos de producción del operador en cuestión como indica la ley.