Agricultura

Cómo impedir los hongos en los cultivos

27/09/2019


Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) ha logrado diseñar un nuevo método que impide el crecimiento de un tipo de hongo que afecta normalmente a más de cien cultivos en todo el mundo.



La UCO ha explicado en una nota que el trabajo, publicado en la revista Nature, ha conseguido "engañar" al patógeno Fusarium oxysporumesses aplicándole de forma artificial una feromona implicada en su reproducción.


Este hongo, uno de los patógenos más importantes del mundo debido a su capacidad para atacar a más de cien cultivos distintos, puede pasar desapercibido en el suelo durante más de 30 años, pero cuando germina crece directo hacia la raíz de las plantas, coloniza todo su sistema vascular y marchita los cultivos, por lo que supone un auténtico quebradero de cabeza para el sector.



El trabajo, firmado por Stefania Vitale, Antonio Di Pietro y David Turrà, ha descrito por primera vez uno de los mecanismos que el hongo utiliza para propagarse y ha identificado una molécula que el patógeno emplea para reproducirse. Se trata de la feromona autocrina, una sustancia producida por una gran variedad de organismos para enviar señales químicas entre seres de distinto sexo con fines reproductivos, si bien este patógeno, según los resultados obtenidos, la utiliza de un modo diferente.


La investigación revela que el hongo emplea esta feromona para percibirse a sí mismo, es decir, para captar información sobre la cantidad de población de su misma especie que hay alrededor, de tal forma que si detecta poca población produce filamentos para colonizar el suelo. Si por el contrario percibe que ya hay demasiada población en sus cercanías y que el espacio está lo suficientemente ocupado, las esporas no germinan y el hongo deja de multiplicarse en el terreno.


"En nuestras investigaciones hemos comprobado que, cuanta más densidad de población hay, más feromonas acumula el hongo y es en este caso cuando las esporas dejan de reproducirse en el suelo", según señala el catedrático de Genética de la UCO, Antonio Di Pietro.Este mecanismo de colonización, descrito por primera vez en el artículo, ha dado la pista al equipo de investigación para cortocircuitar el crecimiento del patógeno, de tal forma que tras suministrarle al hongo la feromona sintetizada artificialmente se comprobó que el patógeno interrumpía su reproducción.


El estudio abre la puerta a que en el futuro pueda manipularse el desarrollo del patógeno, por lo que los autores no descartan que este sistema de propagación descrito en la publicación pueda ser extensible a un grupo de hongos mucho mayor integrado por más de 60.000 especies, como son los ascomicetos.


 



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