Los precios de los alimentos han registrado recientemente alzas sin precedentes en las últimas décadas, por lo que resulta de interés un análisis pormenorizado de dicha evolución y de sus factores
determinantes desde una perspectiva internacional comparada, con especial detalle en el caso de los productos lácteos y de los cereales, dado su elevado peso en la cesta de la compra y la intensidad de
los incrementos observados en sus precios.
El incremento de los precios de los alimentos en España no ha sido particularmente distinto al registrado en el área del euro, aunque su contribución a la inflación general ha sido más intensa debido al mayor peso de los alimentos en la cesta de consumo española.
El incremento de los precios se está produciendo en la práctica totalidad de los distintos productos alimenticios, si bien se observa una elevada heterogeneidad entre ellos.
Distintos factores de naturaleza eminentemente global, que afectaron a la oferta y a los costes de producción de las materias primas alimenticias, han sido condicionantes de primer orden en la evolución de los precios de los alimentos, tal y como ilustran los casos de los productos lácteos y los cereales.
El reciente repunte de los precios de consumo de los alimentos ha sido muy intenso tanto en España como en el área del euro. En particular, la inflación interanual de los alimentos se incrementó desde tasas inferiores al 2% en ambos casos durante la primera mitad de 2021, hasta el 13,6% en la Unión Económica y Monetaria (UEM) y el 14,2% en España en el último trimestre de 2022.
La evolución de los precios de los cereales
El mercado de los cereales en la Unión Europea (UE) es relativamente abierto, por lo que los precios internos de los cereales evolucionan de forma similar a la de los precios internacionales. De este modo, las condiciones de oferta y demanda de cereales a escala global son fundamentales para entender la evolución de los precios del grano en el mercado interno.
En este contexto, diversos factores de naturaleza eminentemente global han condicionado la evolución reciente de los precios de los cereales en Europa. Por un lado, desde 2021 algunos determinantes por el lado de la oferta limitaron la producción de cereales a escala mundial: las menores cosechas por la sequía en algunos de los principales productores de cereales, como son Canadá, Estados Unidos y Rusia [European Commission (CE), 2022a], los cuellos de botella en las cadenas de suministro, las restricciones temporales a la exportación relacionadas con la pandemia de COVID-19, y un notable aumento de la demanda de China.
La evolución de los precios de la leche
Los principales determinantes de la evolución reciente del precio de la leche están relacionados con factores de oferta a escala europea. Por un lado, los costes de producción de la leche en Europa comenzaron a aumentar con intensidad a partir de la primavera de 2021, debido, sobre todo, al repunte de los costes de la alimentación del ganado, que representa en torno al 60% del total de los costes para la producción lechera [Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA, 2022b)].
Este acusado incremento de los costes de alimentación del ganado estaría determinado, en gran medida, por los desarrollos descritos en el epígrafe anterior respecto al precio de los cereales a escala global, agravados por la guerra en Ucrania, cuyos efectos también derivaron en un fuerte incremento de los costes energéticos que enfrentan los productores de leche. Por otro lado, cabe destacar los efectos de una climatología adversa, que, tanto en España como en el resto de la UE, se evidenció en una prolongada sequía —que afectó a la calidad de los pastos para la alimentación— y en temperaturas anormalmente elevadas que perjudicaron los rendimientos de la producción lechera (EC, 2022b).
Consideraciones finales
Los incrementos de los precios de consumo de los alimentos han sido significativos a lo largo de 2022, presentando una evolución muy similar en España y en el conjunto del área del euro. Sin embargo, el mayor peso que tienen los alimentos en la cesta de consumo española ha hecho que su contribución a la inflación general haya sido superior. Asimismo, se observa una cierta heterogeneidad en el repunte de los precios de las distintas clases de alimentos, destacando, por su intensidad y por su importancia en la cesta de consumo, los precios de los productos alimenticios relacionados con los cereales y con la leche. De acuerdo con la discusión presentada, la evolución de estos precios habría estado ligada, fundamentalmente, a factores de oferta de naturaleza eminentemente global.
De cara al futuro, dada la moderación recientemente observada en los precios de las materias primas, cabe esperar una cierta desaceleración en los incrementos de los precios de los alimentos en el área del euro y en España. No obstante, existe una elevada incertidumbre acerca de los efectos que pueda tener la sequía observada en Europa 2022 sobre la producción agrícola y, por tanto, sobre los precios de los alimentos de 2023. Además, la guerra en Ucrania representa también un foco de elevada incertidumbre desde el punto de vista de los precios de los alimentos, dada la relevancia de Rusia y Ucrania en los mercados mundiales de cereales.