La doctora de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Amaia Iriondo de Hond, es la ganadora del Premio a la mejor tesis doctoral que otorga anualmente la Cátedra AgroBank Calidad e Innovación en el sector agroalimentario de la Universitat de Lleida (UdL), dotado con 5.000 euros.
El jurado ha escogido su trabajo sobre el aprovechamiento de los subproductos del café como ingredientes alimentarios sostenibles como el mejor de esta quinta edición. El accésit, de 1.000 euros, ha sido concedido a una tesis sobre la reducción de aditivos sintéticos a los alimentos de origen animal, desarrollada por Lorena Martínez Zamora, de la Universidad de Murcia.
A la convocatoria de este año, se han presentado un total de 53 candidaturas de once comunidades autónomas, un 43 por ciento más que en la anterior, según ha explicado el director de la Cátedra AgroBank-UdL, Antonio Ramos. Andalucía ha sido la comunidad autónoma con más tesis presentadas (12), seguida de la Comunitat Valenciana y Madrid (con 9 cada una), y Cataluña (7). "El crecimiento experimentado en la cifra de candidatos de los últimos dos años demuestra que este premio se está consolidando como uno de los más importantes en su ámbito", destaca Ramos.
La tesis ganadora, dirigida por María Dolores del Castillo Bilbao, del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (UAM-CSIC), plantea buscar nuevas aplicaciones a los residuos del café para "reducir la contaminación, combatir el hambre, aumentar los ingresos y mejorar la seguridad alimentaria, sobre todo a los países más pobres del mundo". El trabajo, titulada Validación de subproductos de café como ingredientes alimentarios para una nutrición y salud sostenible, concluye que el pergamino del café podría sustituir el plástico en envases inteligentes de alimentos; mientras que la cáscara, la cascarilla y los posos se podrían utilizar como ingredientes alimentarios para el consumo humano.
Concretamente, plantea que la cáscara y la cascarilla del grano de café aportan fitoquímicos y fibra dietética antioxidante. La primera, además, es baja en grasas y fuente de proteína, potasio, magnesio, calcio y vitamina C. Además de los usos alimentarios, también los tendría tecnológicos, puesto que las melanoidines que contiene se pueden utilizar como colorante natural. Por otra parte, los posos también son ricos en fibra dietética y aceleran de forma aguda la motilidad intestinal, "con potencial para prevenir el esteatosi hepática por su alta capacidad de retención de grasa".