Hay una categoría de alimentos que se mantiene en los primeros puestos del ranking de productos naturalmente saludables. Desde hace décadas se defiende que aportan una cantidad altísima de antioxidantes y de distintas vitaminas, y todo apunta a que hay un consenso internacional en torno a estas propiedades. Además, España está a la vanguardia mundial en el cultivo, comercialización e investigación sobre estos hoy bautizados como superalimentos: las berries.
El sector se ha acostumbrado a usar el término inglés berries en detrimento de otros usos en lengua castellana, como bayas o frutos del bosque, que aluden no a su actual cultivo sino a la época en la que estas frutas crecían de manera silvestre en la vereda de las sendas o cerca de los arroyos en zonas de montaña. El uso común del término se suele aplicar generalmente a frutos pequeños de arbustos y matas, pero no de árboles, y en esta clasificación se incluyen los arándanos, frambuesas, moras y grosellas.
Como ocurre con muchas otras frutas de temporada, nuestro país es el principal suministrador de estos productos frescos a casi todos los países europeos. Los pioneros de la revolución de las berries en España supieron ver la gran demanda de estas frutas que se originaba en nuestros vecinos. Tanto la climatología como los avances técnicos y, sobre todo, la especialización, jugaron a favor de nuestro país, aunque, curiosamente, la mayor parte de la producción salía rumbo a Alemania, Reino Unido, Francia, Países Bajos, etc., ante el desinterés del consumidor español.
No obstante, en los últimos años los hábitos de consumo de los españoles han cambiado. Seguimos siendo el principal suministrador de frutos del bosque en Europa, pero la demanda interna se ha incrementado, lo que se ha traducido también en un aumento de las hectáreas de cultivo intensivo, concentradas en una provincia: Huelva.
La posibilidad de completar el calendario de producción onubense de fresas con el de frambuesas, arándanos o grosellas es una de las ventajas competitivas de los productores asociados en Freshuelva. Pero hay un factor que prima sobre los demás: el clima que se registra en esta provincia andaluza y las investigaciones que se llevan a cabo dan como resultado unas variedades que se adaptan perfectamente a la zona y a las preferencias del mercado. Este clima favorece también que se haya adelantado la producción de fresas al mes de diciembre con variedades tempranas, lo que hace que aún se coincida menos en el mercado con otras producciones importantes en Europa, como las de Francia, Italia o Alemania.
Pero en España hay berries más allá de Huelva. Su producción representa solo un 5 % de la total, pero detrás hay profesionales del campo volcados en la producción ecológica y sostenible. Hablamos también de calidad, como en Huelva, pero le sumamos otras particularidades más ligadas a lo que tradicionalmente se denominaba frutas del bosque: clima atlántico, más fresco y húmedo, pequeñas producciones, conservación de semillas... Son los pequeños productores de Galicia, el Principado de Asturias, Cantabria, el País Vasco o el norte de Navarra.
Buenos ejemplos son el modelo cooperativo, que ha funcionado con éxito en el Principado de Asturias, donde agrupaciones de productores como Picos de Europa Berries llevan años trabajando para que los pequeños productores, sobre todo de arándanos, saquen ventaja del ahorro de costes en logística, etiquetado o administración común.
La apuesta de centros de investigación agronómica, empresas, productores y universidades españolas por la innovación en el sector de las berries queda de manifiesto en cada edición del Congreso Internacional de Frutos Rojos o en puntos de encuentro profesional como FruitAttraction.
Precisamente en este año concluye el proyecto europeo denominado GoodBerry que, financiado por la Comisión Europea y coordinado desde la Universidad de Málaga, supone un programa internacional de cuatro años de duración que ha reunido un total de 19 grupos de investigación y empresas del sector de los frutos rojos de varios países europeos (España, Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Noruega, Polonia, y el Reino Unido), junto con representantes de Chile y China.
En un contexto como el actual de cambio climático, GoodBerry se marcó como objetivo aumentar el conocimiento de los procesos que facilitan y aceleran el desarrollo de los frutos rojos en condiciones de cultivo desfavorables por el aumento de las temperaturas. Así, el proyecto GoodBerry ha podido desarrollar un conjunto de herramientas para analizar y seleccionar los frutos de calidad optimizada, que se pondrán a disposición del sector junto con una base de datos con los distintos resultados obtenidos en el proyecto.
Si hay una propiedad por la que destacan especialmente las berries es por ser antioxidantes, pero dentro de estos coloristas y pequeños frutos hay más propiedades interesantes para la salud. En general, frambuesas, moras, grosellas o arándanos ofrecen un alto aporte de vitaminas y fibra, son cardiosaludables, ayudan a controlar la diabetes y son unas buenas compañeras en las dietas de adelgazamiento. Además, favorecen las defensas por ser inmunoestimulantes y hay estudios que indican que pueden ser aliadas a la hora de mejorar y ejercitar la memoria. Por cierto, también están muy sabrosas, alegran las vista, mejoran el aspecto de los platos y abren nuevos horizontes culinarios.
Andalucía alcanzó un nuevo récord en exportaciones de frutos rojos, con 475 millones de euros vendidos en el primer trimestre del 2020, su máximo histórico para los tres primeros meses de un año desde que existen registros homologables (1995), según informa la agencia andaluza Extenda.
En el primer trimestre, las fresas concentraron más de la mitad de las exportaciones del sector en Andalucía, con 249 millones facturados (52 %) y un crecimiento del 0,5 % respecto al mismo período del año anterior. Les siguieron las frambuesas, con 145 millones, el 31 % del total y un leve descenso del 1,6 %.
El capítulo que más creció en los tres primeros meses del año fue el de los arándanos rojos y arándanos negros (también conocidos como mirtilos) en tercer lugar, con casi el doble de ventas (+94 %, hasta los 77 millones, el 16,3 % del total), al que le siguieron las zarzamoras, moras y frambuesas, con 3,2 millones (0,7 %) y un incremento del 7,1 %.