Las últimas décadas de la industria cárnica española han encadenado una serie de años de crecimiento continuo, tanto en la producción como en la exportación. Nuestras empresas han mostrado en los mercados internacionales una gran competitividad fruto de la aplicación de las mejores técnicas en sus instalaciones, que se pueden considerar de las más modernas del mundo. Si a esto unimos una situación excepcional en lo referente a los niveles de sanidad animal en la cabaña ganadera, nos hallamos ante una ecuación perfecta que está provocando que España sea tenida en cuenta como uno de los productores cárnicos más relevantes a escala mundial.
Hay cinco factores en los que la evolución del sector cárnico ha sido especialmente positiva durante las primeras décadas del siglo xxi: el bienestar animal, el mantenimiento de la actividad humana en el mundo rural, la competitividad exterior, la firme apuesta por la calidad, la innovación y la sostenibilidad, y la creación de interprofesionales dentro del sector cárnico español.
A finales del 2019 se celebró en Madrid la Cumbre Mundial del Clima COP25. Con motivo de la misma, el sector minorista cárnico español, representado por Cedecarne (organización empresarial, de ámbito nacional, que representa a los más de 25.000 comercios de carnicería y charcutería que hay repartidos por toda España), emitió un comunicado en el que se defendía la apuesta de todo el sector por la sostenibilidad. Algunos de los puntos destacados fueron estos: el sector ganadero representa solamente el 7 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, frente al 27 % del transporte, el 19 % de la industria, el 17 % de la generación de electricidad o el 9 % del consumo de combustibles.
Además, en su apuesta y compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el sector cárnico permite mantener importantes ecosistemas que no serían viables sin su utilización ganadera, como son las dehesas, el pastoreo tradicional o las zonas de montaña, que no pueden ser utilizadas en muchos casos para la producción agrícola. Su aprovechamiento ganadero de los pastos los convierte en sumideros de carbono, contribuye a la fertilización del terreno y a la retención del agua de lluvia.
PASTOREO Y LA ESPAÑA VACIADA
Es indudable que el sector cárnico español tiene como uno de sus ejes principales de acción la protección medioambiental y la adecuación de su actividad a prácticas sostenibles. Para Raúl Muñiz, presidente de la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ganado Ovino y el Caprino (INTEROVIC), "el pastoreo, la crianza de nuestro ganado e industria se desarrollan en áreas rurales, lo que hoy conocemos como la España vaciada. Es un sector fundamental para mantener la actividad económica de nuestros pueblos y que no desaparezcan. Un sector que da trabajo a más de 150.000 familias, casi todas ellas ubicadas en zonas desfavorecidas".
Desde el punto de vista medioambiental Muñiz explica que "gracias al pastoreo, en INTEROVIC calculamos que mantenemos libre de incendios un millón y medio de hectáreas. Esta actividad ayuda a mantener la fertilidad del suelo, porque minimiza el uso de productos fitosanitarios y contribuye al almacenamiento del carbono, sin olvidar la polinización que realizan las ovejas con su lana de forma involuntaria. Por todos estos motivos, la Unión Europea reconoce esta carne como favorecedora de la protección del medioambiente y rural".
VACUNO EN CLAVE SOSTENIBLE
Por su parte, el sector del vacuno español comenzó el año 2020 con las mejores perspectivas, gracias a unas cifras realmente espectaculares al cierre del 2019, con récord de producción de carne de vacuno en nuestro país, una cierta recuperación en el consumo interno y exportaciones de vacuno español disparadas un 17 %. Pero llegó la pandemia y lo cambió todo.
Según Javier López, director de la Interprofesional PROVACUNO, "el sector atraviesa una situación muy compleja, con pérdidas de rentabilidad y descenso en la producción. Sin embargo, también debemos tener en cuenta, y decirlo con orgullo, que, a pesar de todas las dificultades, somos un sector que permanece activo, que sin duda colaborará en la reconstrucción de este país y que saldrá fortalecido de esta crisis. El sector del vacuno de carne estará ahí para proporcionar alimentos sanos, seguros y de una calidad excepcional a todos los consumidores de dentro y fuera de nuestras fronteras".
Desterrar los mitos en torno a la carne de vacuno es uno de los objetivos de esta organización Interprofesional. Javier López explica que "a menudo escuchamos o leemos que la carne engorda, que comer carne es malo para el medioambiente o la salud, también que el ser humano es herbívoro o que a nuestros animales se les alimenta con hormonas y se les atiborra de antibióticos? infinidad de falsedades y evidentes mentiras lanzadas de manera premeditada y con una estrategia muy definida que obedece a intereses económicos localizados y perfectamente identificados".
Con esa meta en el horizonte, PROVACUNO lanzó este año, en el Día Mundial del Medio Ambiente, la estrategia "Vacuno de Carne Carbono Neutral 2050", que tiene como objetivo alcanzar la neutralidad climática del sector en el 2050, mediante el secuestro del carbono equivalente a los gases de efecto invernadero que generan en sus procesos productivos.
EL POTENCIAL DEL PORCINO
El sector porcino se ha unido también con firmeza a esta apuesta por la sostenibilidad. Este compromiso se plasma, según Alberto Herranz, director de INTERPORC, "en nuestra participación en la Red Española del Pacto Mundial de las Naciones Unidas para la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Trabajamos activamente en 10 de esos ODS con acciones como la elaboración de códigos de buenas prácticas para avanzar en la mitigación de los gases de efecto invernadero, el desarrollo de una estrategia propia de sostenibilidad en toda la cadena de valor o la investigación para la reducción de las huellas ambientales asociadas a la producción del porcino blanco".
Esta organización interprofesional ?que ha creado el reglamento técnico de bienestar animal y bioseguridad Interporc Animal Welfare Spain, nacido por iniciativa del sector y que afecta a todos los operadores de la cadena de producción del sector porcino de capa blanca? asegura que los consumidores están dispuestos a pagar más por valores como la sostenibilidad y el bienestar animal, y esto se puede extrapolar del mercado nacional al internacional. La carne y los elaborados del porcino de capa blanca español están en los mercados de más de un centenar de países de todo el mundo, y eso es posible gracias a que es un referente internacional en calidad, seguridad alimentaria, bienestar animal y cuidado del medioambiente.
La actitud y las exigencias del consumidor han cambiado tras la irrupción de la pandemia de la COVID-19. Es indudable que se ha generado una mayor sensibilidad hacia las prácticas respetuosas con el medioambiente y que a la hora de adquirir un producto el consumidor se fija con más detalle en certificaciones y evidencias que demuestren la apuesta de las empresas y productores agroalimentarios por la sostenibilidad. El sector cárnico español ha iniciado ya esta transformación, que no puede permitirse un paso atrás.